Escrito por Mo Stone (versión original en inglés)
A medida que nuestro mundo se hace más global y los puentes entre las personas se reducen, hay más necesidad que nunca de traducciones buenas y precisas. Pero, al igual que la tecnología ha sido la causa en el aumento de la necesidad, también ha sido la solución, como se ha visto en el caso de la traducción automática. Ahora que la traducción automática se ha hecho tan omnipresente en la industria de traducción, muchos se preguntan: ¿Podrá la traducción automática sustituir algún día a la traducción humana? Sigue leyendo para conocer más.
¿Qué es la traducción automática?
Traducción automática (TA o MT) es el uso de inteligencia artificial para traducir instantáneamente textos de un idioma a otra. Tal vez a los lectores les sorprenderá saber que esta tecnología existe desde hace décadas, pero acaba de generalizarse, “de hecho, recuerdo que hice mi tesis doctoral en TA y cuando era completamente inútil”, dice Eric Nichols, investigador principal del Honda Research Institute Japan. “Tengo la impresión de que la calidad ha mejorado mucho en los 15 años transcurridos desde que yo trabajaba en ella”.
Podemos ver este avance fácilmente con el caso de Google Translate. ¿Quién no recuerda las risibles tonterías de las primeras traducciones de este producto? Pero ahora, la tecnología ha avanzado hasta tal punto que los estudiantes de lenguas extranjeras y los viajeros confían en ella, con resultados decentes. Desde el punto de vista empresarial, la TA es ciertamente atractiva, y puede reducir costos y aumentar la productividad. ¿Quién no quiere traducciones instantáneas y de bajo costo?
TA versus los humanos
Con estos avances en la traducción automática, un temor común en el sector es que los traductores humanos dejen de ser necesarios en un futuro próximo. Nichols dice: “Siempre da miedo cuando aparece una nueva tecnología que parece que va a quitarle el trabajo a la gente. Y en algunos casos eso ocurre”.
Sin embargo, todavía hay muchas consideraciones respecto a la traducción que las máquinas no pueden tener en cuenta. Las máquinas no pueden reconocer si una palabra está fuera de contexto, o si una frase encaja con una cultura o no. Las máquinas no pueden captar el estilo o el tono que puede perderse al traducir de un idioma a otro. Los traductores humanos siempre serán necesarios, incluso si eso significa trabajar en conjunto con la TA.
Como explica Nichols: “Creo que en el caso de la traducción, hay dos funciones: 1. Escribir las traducciones, y 2. Hacer el control de calidad para garantizar que las traducciones sean correctas. Cuando la gente piensa en la traducción, se suele pensar en la 1., y la 2. se ignora. Y puede parecer que la traducción automática puede suplir el papel de un traductor humano en muchos más casos ahora, lo que puede ser cierto para producir una traducción, pero la garantía de calidad requiere un humano bilingüe, y mientras haya situaciones en las que está en juego mucho dinero o riesgo, no veo que eso cambie pronto”.
Así que, aunque seguramente seguirá habiendo clientes tacaños que elijan sacrificar la calidad para rebajar costos, mientras la calidad de las traducciones sea importante, los traductores humanos seguirán encontrando empleo en la industria de la traducción.
¿Qué opinas tú de la traducción automática? ¿Hay algún punto que se nos haya escapado?
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